La existencia de La Escuelita

Marcelo Medrano, de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, que representa a cinco del total de las víctimas, pidió en su alegato “que se repute como hecho notorio la existencia de La Escuelita”, teniendo en cuenta las numerosas alusiones a la existencia de este centro clandestino de detención más allá de las audiencias. “No queda duda sobre su existencia”, recalcó.

Sustentó su exposición en una descripción “cultural e histórica” de lo sucedido a partir de 1976 y subrayó que en ese período se aplicó “un plan de exterminio” en todo el país, con la militarización completa de las fuerzas policiales y la organización de un sistema de represión “clandestino y territorial”, en el que se usó la desaparición forzada de personas como política estatal para dirimir los conflictos políticos. “Creyeron que habían encontrado el crimen perfecto”, apuntó.
Sostuvo que los acusados recién empezaron a sufrir las consecuencias de sus acciones en 2008 y “han sido beneficiarios de la impunidad hasta ahora”. Añadió que este contexto debía tenerse en cuenta a la hora de juzgarlos.
Al finalizar, dedicó algunos párrafos a María Cristina Bottinelli, secuestrada en Cipolletti y torturada en La Escuelita, quien murió en el exilio, en 2009, sin poder volver a la Argentina por las secuelas de las torturas que recibió.
Citando a la mujer, Medrano explicó que “la impunidad es también un delito de lesa humanidad y no queda otro camino, entonces, que el de hacer justicia”.