jueves, 23 de agosto de 2012

La comisaría de Villa Regina estuvo intervenida por el Ejército durante 1976


Lo confirmó el testigo Ricardo Rogelio Bustos ayer cuando se presentó a declarar en la segunda audiencia semanal.
Bustos era sargento del Batallón 181 en 1976 y prestó servicios hasta 1996. Era mecánico en la Compañía de Construcciones y relató que desde el 24 de marzo de 1976 y durante un mes aproximadamente fue comisionado a la comisaría de Villa Regina bajo las órdenes del subteniente Jorge Osvaldo Gaetani, militar retirado que esta imputado en esta causa pero se encuentra excarcelado. Gaetani era subteniente de la compañia de combate “b” del Batallón 181.  
Bustos confirmó que estuvieron alojados en esa dependencia policial y sostuvo que el traslado se produjo en un “camión reo, de los chiquitos”, estaba a cargo de Gaetani como jefe, cuatro suboficiales (un cabo y tres cabo primeros) y cinco soldados. Aseguró que solamente daban órdenes él y Gaetani más los oficiales policiales de la unidad. Su función era de policía y de custodia del edificio de la comisaría y ejemplificó al indicar que se apostaban frente al cine y “custodiaban el frigorífico de Moño Azul por la oscuridad que había en el lugar”.
Bustos especificó que “no se hacían operativos, hacíamos controles”, que “era fuerza armada y relevábamos los puestos en la comisaría”
A su regreso de Regina, comentó que sabía de la existencia de personal de inteligencia porque andaban de civil, con barba y sombreros. En esa época vivía en el barrio militar y admitió que “la mayoría nos conociamos”.  

Declaración del médico Espinoza
El primero en declarar ayer a la mañana fue el médico militar Héctor Oscar Espinoza, quien se desempeñó como médico en el Batallón de Ingenieros 181 de Neuquén capital durante 1976. Espinoza estuvo bajo las órdenes de Enrique Braulio Olea, quien se desempeñó como jefe del Batallón, y de Hilarión de la Paz Sosa, jefe de la sección Sanidad de la Brigada de Infantería de Montaña VI de Neuquén, ambos condenados en 2008 por 17 hechos.
El médico –quien tomó cargos como doctor en Cinco Saltos y Cipolletti- confirmó que estuvo prestando servicios en el Batallón entre noviembre de 1974 y diciembre de 1976.
Dijo que a De La Paz Sosa lo vió en el batallón solamente dos veces durante revisaciones a soldados para su incorporación.
Consultado sobre la situación de su jefe más cercano afirmó que Hilarión de la Paz Sosa “era un profesional correcto y cuando recibía órdenes desde Bahía Blanca era muy preciso” y negó que haya participado en alguna operación e indicó: “tengo un buen concepto de él”.
Espinoza reconoció que trabajaba como traumatólogo y era el único médico de esa unidad militar.
El médico declaró que “la situación del país era displacentera, rara; la población estaba atemorizada y que lo notaba porque estaba obligado a controlar la comida de los soldados”.
Describió su periplo al observar que estuvo prestando servicios en San Nicolás – donde reside actualmente- y luego pasó a Villaguay, donde se retiró sin goce de sueldo en 1983. Dijo que estuvo con tratamiento psiquiátrico durante dos años por un incidente con un jefe durante la Guerra de Malvinas y finalmente dejó el cargo como militar en 1995. 
Antes de despedirse dijo: “me conmueve estar aquí por gente que ha sufrido”.

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