El investigador Ricardo Martínez brindó recomendaciones y advirtió sobre el trato que debe darse a los ofidios existentes en la región. Durante una entrevista por Radio Sayhueque adelantó que el canal Encuentro estuvo por la zona para grabar un programa de televisión que se verá en todo el país y aseguró que en la zona viven dos tipos de yararás y una especie de coral que son venenosas.
Martínez realiza habitualmente trabajos de campo e investigación en el Museo de Ciencias Naturales de General de Roca y brinda a menudo capacitaciones a organismos del estado y empresas hidrocarburíferas emplazadas en la provincia.
El científico reveló que “hace 50 años realizo esta actividad de estudiar a las víboras y culebras, la tarea diaria es la de llevar un registro de todas las víboras y culebras que son halladas: tamaño, temperatura, lugar donde fue encontrada y en el museo hacemos test de laboratorio”. Explicó que “en algunos casos se determina la peligrosidad, pero en otros no”.
Describió que “en la zona hay una coral verdadera, la micrurus, una de las 5 víboras más peligrosas de la Argentina , el veneno es sumamente peligroso, es el más letal del mundo” y precisó que “es un veneno neurotóxico que da poco tiempo, lo único que salva es el suero y lo de cortar no se recomienda, es complicar al médico que después tiene que atender también la hemorragia”. Estableció que “la mordida de una coral puede matar a diez personas”.
Comentó que hace pocos días “en la barda encontré una, yo vivo cerca del peaje y se ve que se resbalan hacia abajo” y desmitificó la idea de que pican con la cola al indicar que “es una pregunta muy común que hace la gente de campo, pero la verdad es que se enrrolla y saca la cabeza del medio”.
Aclaró que “las culebras también tienen venenos, las verdes o marrones de dos metros tiene un veneno que puede matar a un ser humano por hemorragias internas” y detalló que “si bien la yarará se alimenta de sangre caliente, no quiere decir que nosotros estemos expuesto, es más útil la serpiente viva que muerta porque mata los roedores, hay que dejarla ir”.
Puntualizó que “la coral necesita morder por el sistema de dientes y para la yarará es más peligroso porque su dentadura es más frágil, entonces la yarará solo pica”.
Pidió que “cuando alguien tengan alguna información sobre accidentes o existencia de serpientes compartan la información para hacer el seguimiento”.
El investigador reseñó “el último suceso ocurrido cerca de Añelo, un hombre en un pozo de petrolero salió de noche a oscuras y al ver la víbora y la quiso agarrar, por supuesto que lo picó dos veces y tuvo que ser atendido con el suero”.
Explicó que “las personas atacadas deben ser trasladadas para que le apliquen el suero en el hospital Castro Rendón donde hay cantidades suficientes” e indicó que “los pacientes no deben tomar aspirina para que no se licue la sangre”.
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