Historias de esfuerzo y ejemplo de juventud, detrás del Taller de Vientos

Carlos Tejada es profesor de saxo, clarinete, flauta y otros instrumentos que componen el vasto Taller de Vientos del municipio de Centenario, que depende de la secretaría de Relaciones Institucionales, a cargo de Juan Benavides. Entre los 14 talleres que componen las ofertas culturales y gratuitas del municipio, el de Vientos tiene una particularidad, signada por el esfuerzo de los alumnos y familias por sostener una disciplina artística siempre considerara para “unos pocos”. Pero con la apuesta municipal de esta iniciativa, estos prejuicios seguramente formarán parte del pasado. “Es uno de los talleres más nuevos, tenemos un año de vida. Este taller surgió con la necesidad canalizar los estudios de los chicos que por distintas cuestiones tenían que emigrar a Neuquén”, dijo Tejada, con un entusiasmo de haber recuperado la alegría de dar clases. “Con el señor intendente se vio la idea de crear algún día la banda infanto-juvenil y la verdad es que en Centenario hay muy pocos chicos que tocan vientos. Hoy tenemos el taller de clarinete, flauta, todos los tonos de saxo y el trompeta que se va implementar el año que viene”, explicó Tejada. Son 24 alumnos los inscriptos en esta rama musical y que están repartidos entre todos los instrumentos mencionados. Tejada vive en Centenario y tiene una amplia experiencia musical. Desde los 15 años que viene tocando en distintas orquestas en Buenos Aires, Córdoba y Mendoza. Hoy Integra la Orquesta de Luis Sebastián, una de las más grande del Alto Valle. Cuando se le preguntó porqué existe una especial adhesión a un taller cuyo instrumento no es muy difundido, Tejada respondió: “Es más fácil conseguir una guitarra, un bombo o una armónica. Pero en el caso de los trombones o clarinetes, son muy caros. Un saxo cuesta mínimo unos 3 mil pesos y el más barato. Eso lleva que muchos chicos se dediquen a estudiar otro instrumento”. En ese sentido, Tejada dijo que la apuesta municipal desde lo económico será beneficioso para sus alumnos y explicó que no en todas partes los estados municipales apoyan este tipo ramas instrumentales. “Felizmente el municipio ha comprado instrumentos y también yo puse otros. Si uno se traslada a Neuquén y Cipolletti debe haber cinco trombonistas y diez saxofonistas, hablando de músicos profesionales. Hay muy pocos y no dan abasto”, comentó el profesor. Tejada no dejó de hablar del compromiso que tienen los chicos con el aprendizaje de los instrumentos. “Estoy contento con los chicos porque es un gran esfuerzo y ellos tienen unas ganas tremendas de ser músicos. Estudian y le ponen ganas a pesar de que todos están estudiando. Tenemos alumnos de primaria, secundaria y universidad”, acotó. Valoró el esfuerzo económico de muchos de sus alumnos, que recorren varios kilómetros para asistir en forma gratuita a las clases y elogió el compromiso como ejemplo para otros jóvenes de Centenario. “Eso es un ejemplo de sacrificio, de voluntad. Dos chicos de las chacras se vienen en bicicleta y lo que yo manifesté esa noche (el día de la presentación del cierre parcial de los talleres) es que ponía en relieve lo que hacía un alumno, que estudia en la EPET Nº2 y todos los días viene estudiar a Centenario con cinco o seis grados bajo cero en bicicleta desde El Chañar”, expresó Tejada. “Su saxo se lo compró cosechando manzanas en una temporada y eso es un ejemplo para la juventud, por eso lo cité esa noche porque me pareció importante que la gente sepa que la juventud no esta perdida, hay de todo y este es un referente para otros chicos”, concluyó.